Hoy hace un año que abrí este blog. Hace doce meses ya se adivinaba la primavera aunque ahora no se note aún cercana; pero está ahí, deseando brotar.
Necesitamos renacer, una vez más, en nuestra añoranza.
Cuéntame si el azahar perfuma ya nuestra calle
o el invierno prolongado abotona la fragancia de sus flores...
¿Cómo estarán sus ramas retorcidas?
Ya sé:
generosas, propicias,
a la orilla del mar reflorecidas;
confiadas al fruto,
iluminadas, pacientes
para, una vez más, adolecer marchitas.
Gracias a mis amigos, a esos seguidores que me habeis alentado durante este año. Siempre sois bienvenidos.