martes, 19 de mayo de 2009

Madurez - ¿Avis rara?


He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar....
Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz. León Felipe.


Ya hay poco que explicar a estas alturas de la vida; disminuyen las obligaciones sociales e impuestas.
Una de las primeras necesidades es dejar los sexy jeans demasiado ajustados y los empinados tacones para bajar a los tenis. Voy de glamourosa cuando me apetece y asisto a los sitios como creo que he de ir. A veces soy maravillosamente decadente; ni voy de progre ni me convencen las rastas. Preconizo el agua y el jabón. Aunque sea una ecomujer detesto el olor a humanidad: mi pituitaria no soporta el tufo a carnero y greña sucia. Y si quiero llevar un visón con vaqueros, lo haré.
No me gusta ir de “señora” (cursi, repeinada y conjuntada); prefiero lanzar mi personalidad al aire aunque al sector provinciano no le agrade.
Me quito peso de mis pestañas, las libero del rimmel; ¿qué más me da su longitud y espesor si mi mirada es más diáfana, segura, certera y desinhibida?
Ya no se me ocurre ir siempre de guapa, ni de fashion victim, ni filtrar la niebla con un colador; ya no hay excusas para los sueños.
Ya casi puedo soportar la estupidez del otro que me asaetea con su ego insuficiente, sus miserias adquiridas, sus fantasmadas y su vulgaridad. La gente negativa me arrebata energía.
Sí, las necesidades van dejando de acuciarme. Ya no me persigue el llegar. Prefiero dejarme ir por el mar de la vida. He roto el candado de mis emociones. Ya puedo decir lo que siento y si alguien me toca las meninges ni me molesto en contestar.
Paso de individuos trepas y buscavidas con las asaduras en la boca. No son mis intereses; yo quiero libar la belleza, compartir con los amigos, seguir el vuelo de un ave, ver crecer a las violetas, aspirar el perfume de los nardos y cegarme con el sol sobre las olas. Cada vez me gustan más las pequeñas cosas y disfrutar de ellas.
Ya no quiero ir por el mundo en apnea, prefiero el oxígeno: así puedo disfrutar más tiempo del paisaje. Quiero poner aroma a las nubes, al camino, a la mañana.
Quiero sentir mi cuerpo sin castigarlo. Huir del ruido cuando sólo quiero oír mis latidos.
Aún me cuesta, bastante, dejar de complacer y ser educada con los groseros y prepotentes. No me va la casquería. Ya no aguanto a los onfálicos que devoran la dignidad de los demás,utilizándolos. Me molesta el humo digerido y apegostrado de los bares cutres, el olor a fritanga y el alcohol de garrafón: los colocones, si ha lugar, prefiero preparármelos personalmente.
¿Antisocial?: no lo creo. ¿Intolerante? : más inflexible es el que impide a los otros llevar una vida sana imponiendo sus vicios o gustos; en eso no pertenezco al rebaño.
Me siento como una gata: independiente y cariñosa, me gusta la compañía, pero necesito mi espacio (y si es abierto, mejor). Una cierta rutina me da seguridad y confianza. Como los gatos, necesito que la vida siga tal y como está...salvo excepciones. Y cuando llevo varios días sin usar el “rascador”, araño y me convierto en leopardo o pantera, pero no os alarméis: soy un felino cuasi pacífico y mis manchas (léanse defectos) están llenas de amor por todo lo que ofrece la naturaleza, incluidos los humanos.

Todo esto es una declaración de intenciones, un proyecto de ley, tal vez una utopía o un gesto de free-lance.
Y sí, ya sé que soy una mujer descatalogada.

6 comentarios:

  1. Oye, me has dejado K.O;-)
    Gracias por tu visita, eso lo primero.
    Encantada de conocer a una zaragozana con las cosas tan claras. Yo aún esoy perdida con lo que quiero, lo que no (auque aquí afino mucho mejor) y lo que no sé si quiero o no, pero vamos avanzando.
    Un saludo.

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  2. ...hola, te veo contundente y con las cosas claras, como dice mi amiga Olga.
    (que me he dado una sorpresa muy buena de encontrarla aquí arriba).
    Darte las gracias por pasar por mi blog, y que espero que sigas viendo esos trocitos de Monegros plasmados en fotografías que voy subiendo poco a poco.
    Un saludo.

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  3. Amalia, me has dejado anonadado con esa contundencia tan tuya, sé que eres una mujer de ideas claras pero ¿qué te ha llevado a ponerlas todas aquí tan seguidas y con tantas ganas?

    ¿Descatalogada? No creo, sencillamente excepcional.

    Un beso.

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  4. No sabéis cómo me animáis a seguir exponiendo y clarificando mis propias ideas. Nunca pensé que con un blog se descargara tanta adrenalina mental(¡!) y que se pudiera atraer a tantos amigos interesantes, inteligentes, imaginativos, implícitos, importantes...e impagables. Os quiero.

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  5. Acerca de cómo ir y comportarse la gente opina mucho, pero a la hora de la verdad acierta poco. Como bien dices, a estas alturas de la vida cada uno tendría que saberlo ya "casi todo" para no caer en errores lamentables, pero lo cierto es que caen una y otra vez.
    Hace tiempo que llegué a la conclusión de que prefiero presentarme como "raro", antes de que me acusen de serlo, por eso me ha gustado mucho tu "contundencia" porque, en cierto modo, soy muy parecido a ti.
    Prefiero que me llamen raro, chalado, gilipollas, etc. Cualquier cosa antes que .. vulgar.

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  6. hola Amalia, yo también he recorrido tu blog y quiero dejar mi pequeñita huella tambien.
    Como sabes adoro y defiendo todo lo que a la mujer le haga crecer y formarse.EStas palabras tuyas hablan muuuuuuuuuuuuuchooooooooooo, y cuanto me gustan.
    En algun momento puede que ponga tu post en mi blog. un abrazo tanguero

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