Allí estuvimos casi los mísmos de siempre. Leímos nuestros poemas, disfrutamos con la actuación del grupo de teatro Luna Azul y libamos de una magnífica Queimada, hecha por Jorge Amat bajo los auspicios de la noche y acompañada del "conxuro" (en gallego, por supuesto).
Hubo quien se "queimó" hasta seis veces. Yo la probé aunque los licores no me vayan mucho.
Recitaron: Chema, María, Cristina, Rosa, Amparo, Luís, Jorge y yo mísma. Tuvimos una espontánea jovencísima, sobrina de Carmen, que también participó.
Público y poetas (algunos disfrazados de brujos) lo pasamos bien y alrededor de la una de la noche nos dirigimos cada uno hacia nuestros aquelarres particulares.
Tanto Ismael, Pedro como Chema trabajaron de lo lindo, sin olvidarnos de Jesús que mantuvo durante todo el acto la música, montada por él y aderezada de aullidos de lobo y risas de otras brujas.
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